jueves, 30 de julio de 2009

“Un urgente blindaje social”

El ministro del Interior se reunió con los espacios de Sabbatella, Juez, Fabiana Ríos y el SI. La mayoría planteó que es prioritario enfrentar la pobreza y redistribuir la riqueza. En general, el encuentro fue considerado “positivo”.

Por Miguel Jorquera

La reunión en la Salón Norte de la Casa Rosada fue multitudinaria, extensa y con algunos contrapuntos. Allí, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, recibió a un variopinto abanico de referentes, partidos y alianzas electorales de centroizquierda, como parte de la convocatoria del Gobierno al diálogo político. Concurrieron a la cita con su propia agenda bajo el brazo todas las agrupaciones que conforman el bonaerense Nuevo Encuentro (NE), que encabeza Martín Sabbatella; los senadores por Córdoba del Frente Nuevo (FN) de Luis Juez; los diputados de la bancada de Solidaridad e Igualdad (SI) que conduce Eduardo Macaluse, y los legisladores que responden a la gobernadora fueguina Fabiana Ríos. La mayoría de los invitados coincidió en reclamar “un urgente blindaje social para los sectores más vulnerables frente a la crisis”, y la participación de los partidos políticos en el consejo económico y social.

No todos los invitados hicieron el mismo balance tras el encuentro. La mayoría calificó la reunión como “positiva”, aunque con el escepticismo que generan los virtuales resultados que arroje el diálogo con el gobierno nacional. Juez, en cambio, salió de la reunión con lo tapones de punta: “No creo que el Gobierno tenga legitimidad para reformar ningún proceso electoral porque los ha violado todos”.

Adentro, los cordobeses tuvieron incluso algunos contrapuntos con el resto de los partidos por su postura a favor de bajar las retenciones agropecuarias y por las críticas que virtió la senadora electa Norma Morandini al proyecto de ley sobre servicios audiovisuales. Aunque el resto también criticó al Gobierno por haber retirado el proyecto –que respaldaban– de la agenda parlamentaria.

Después de tres horas de reunión, Sabbatella volvió a repetir las mismas palabras que dijo antes de entrar a la Rosada. “No habrá mejor calidad democrática con niveles de exclusión ni crecimiento con equidad, si no se fortalecen las instituciones democráticas”, dijo a Página/12 el diputado electo, pero insistió en que la “prioridad” para NE es “la lucha contra la pobreza, que implica enfrentar la obscena concentración de la riqueza”.

El diputado electo fue acompañado por su compañero en el EDE Hugo Cañón, ex fiscal de Bahía Blanca, y una numerosa delegación de NE: Graciela Iturraspe y Ricardo Peidro (del espacio que conduce Víctor De Gennaro); Jorge Ceballos, Humberto Tumini y la diputada Victoria Donda (Libres del Sur); y Jorge Floridia y Guadalupe Godoy (PC).

“No se pueden resolver los problemas de la pobreza sin recursos, por eso no nos sumamos al desfinanciamiento del Estado quitando las retenciones a los grandes grupos de la producción sojera”, planteó Tumini, que luego precisó su apoyo a “la segmentación de las retenciones para pequeños y medianos productores”.

Para Randazzo, el resultado del encuentro fue “muy positivo”: “Encontramos puntos de coincidencia en los que vamos a trabajar”, dijo. Sin embargo, el ministro –que escuchó las múltiples propuestas acompañado por el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina– explicó a sus invitados que el diálogo era para avanzar sobre la reforma política. Un planteo al que Sabbatella respondió con el reclamo de incorporar los partidos en el consejo económico y social. Ceballos también planteó sumar a los movimientos sociales, “referentes ineludibles –subrayó– en los últimos diez años de la Argentina”.

La delegación del SI incluyó a los diputados Carlos Raimundi, Lidia Naim y María América González. Su extensa agenda fue desde la derogación de los “tarifazos” de gas y luz hasta la “expulsión” de la embajadora de Honduras en el país “si está en representación del gobierno golpista”. “Demostramos que en la Anses hay suficientes recursos para implementar el 82 por ciento móvil a los jubilados”, dijo Raimundi a Página/12.

Los fueguinos reclamaron el manejo provincial de la ayuda social. “La concentración de los recursos en la Nación provoca ineficiencia en decisiones que muchas veces toma desconociendo la realidad provincial”, dijo a este diario Leonardo Gorbacz, que acudió a la cita con Nélida Belous y los senadores José Martínez y María Díaz.

fuente: página 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-129095-2009-07-30.html

Nuevo Encuentro va al diálogo priorizando la agenda social

Los dirigentes se reunirán este miércoles con el jefe de gabinete Florencio Randazzo.

“Lo prioritario es resolver el escándalo ético de la pobreza y el hambre”, señaló hoy Martín Sabbatella, al tiempo que ratificó que Nuevo Encuentro asistirá a la convocatoria al diálogo realizada por el ministro del Interior Florencio Randazzo, el próximo miércoles 29 de julio a las 17 hs. en la sede del Gobierno nacional. La delegación estará integrada por representantes de las cinco fuerzas políticas que integran ese frente: los diputados nacionales electos Martín Sabbatella y Graciela Iturraspe, los actuales diputados nacionales Victoria Donda, Carlos Raimundi y Eduardo Macaluse, los dirigentes Humberto Tumini, Guadalupe Godoy, Jorge Ceballos, Ricardo Peidró y Jorge Floridia y el ex fiscal general de Bahía Blanca Hugo Cañón.

Los referentes de Nuevo Encuentro confirmaron que llevarán, entre otras propuestas, la universalización de la asignación familiar por hijo, la extensión del seguro de desempleo para que incluya al sector informal, la prohibición de los despidos sin justificación, el incremento del salario mínimo y los haberes de jubilados y pensionados y el rechazo al “tarifazo” en los servicios. También se reafirmará la condena al golpe de Estado en Honduras y el respaldo a las gestiones para la restitución en su cargo del presidente Manuel Zelaya, el impulso a que se aceleren los juicios a represores de la última dictadura militar, la defensa de todos los recursos naturales y el rechazo al veto a la Ley de Glaciares.

“Por supuesto creemos que es importante discutir una reforma política integral que amplíe y profundice la democracia en nuestro país. Pero insistimos en que es prioritario atender la emergencia social y definir una nueva matriz productiva y distributiva para garantizar un crecimiento con equidad”, señaló el diputado electo Martín Sabbatella y agregó: “Por eso, la emergencia social tiene que ser el primer punto en la agenda”.

miércoles, 15 de julio de 2009











Martín Sabbatella en su visita a San Nicolás durante la campaña.

Brindando una conferencia de prensa y compartiendo fotos con candidatos y simpatizantes



Imágenes de nuestro local, en Almafuerte 164 Bis

lunes, 13 de julio de 2009

Martín Sabbatella: “Debemos frenar a la derecha”

Consiguió un seis por ciento de votos bonaerenses y dos diputados. Kirchner fue el primero en felicitarlo, pero prefiere aliarse con Pino Solanas en un gran espacio progresista.

Por Graciela Moreno

Doce años de experiencia al frente del municipio de Morón le sirvieron a Martín Sabbatella como carta de presentación para alcanzar más de 400 mil votos con su partido Encuentro por la Democracia y la Equidad, un nuevo frente progresista creado hace apenas dos meses. Elegido por casi el 6 por ciento del electorado bonaerense, entrará como diputado junto a Graciela Iturralde, ex mujer del canciller Jorge Taiana y militante de vasta trayectoria. A pocas horas de terminado el escrutinio, Néstor Kirchner fue el primero que lo llamó para felicitarlo, luego siguió el gobernador Daniel Scioli. Llegó el momento de las definiciones. Sabbatella lo sabe y analiza sus posibles alianzas en la Cámara. Con los resultados electorales en la mano, le gustaría acercarse más a Pino Solanas. Sostiene que es necesario generar una estrategia para frenar a la derecha.

–¿Cómo lograron posicionarse en el cuarto puesto?

–Porque somos una fuerza nueva, que logró romper esa tremenda polarización que se generó en un momento. Sin recursos, logramos enfrentar grandes aparatos, sin candidatos gigantes, ni millonarios con billeteras extraordinarias. Vinimos para quedarnos. Queremos recuperar el valor de la ética, de la honestidad y de la palabra. Rompimos con la cultura testimonial de los espacios progresistas y construimos una cultura de mayoría, que puede balancear y unir principios. Decimos que no todo es lo mismo en la política, Hugo Yasky, Víctor De Gennaro, gente que está en nuestro espacio, lo demuestra.

–¿Cómo analiza el voto castigo al Gobierno?

–Es indiscutible que la elección expresa una demanda de renovación, es un llamado de atención en términos de una lógica de construcción política. Hay un descontento vinculado a un estilo de hacer política. Después hay que ver cómo cada sector utiliza esta demanda. Mauricio Macri, Felipe Solá y De Narváez están a la derecha del sistema político, son una suerte de menemismo reciclado, porque fueron la pata empresarial de Menem y hoy son su expresión política. El Acuerdo Cívico también recicla las viejas estructuras partidarias. Unos plantean reprivatizar Aerolíneas y las jubilaciones, Alfonso Prat-Gay plantea quitar las retenciones y cubrir ese déficit fiscal endeudándonos con el FMI. Debemos frenar a la derecha y su estrategia de ir por cosas que debemos defender, como la recuperación del rol del Estado, la política regional y de derechos humanos.

–¿Cómo evalúa el discurso post-elecciones de la Presidenta?

–A mí me hubiese gustado que hubiera alguna señal en su discurso, que incorpore elementos vinculados a dar cuenta de esa demanda de renovación política. Faltó un nivel de reconocimiento mayor de esa búsqueda.

–¿Cómo es la estrategia para frenar a la derecha?

–Hay que frenar la idea de la derecha de querer utilizar estos resultados. Los sectores progresistas y populares debemos consensuar cómo protegemos el piso que consideramos valioso. Podremos tener diferencias con lo que falta, pero hay coincidencias en muchos pasos dados, son escalones de la escalera que ya subimos y hay que protegerlos para seguir subiendo.

–En el conflicto del campo, usted estaba a favor de la resolución 125. ¿Cómo votará si se tratan los superpoderes, los cambios en el Consejo de la Magistratura, la futura ley de radiodifusión...?

–Son cosas distintas. Los superpoderes pueden no ser necesarios y otra cosa es el debate de las retenciones; bien aplicadas y segmentadas, son a favor del pequeño productor. El tema de la Magistratura hay que discutirlo. Y votaría a favor de la ley de radiodifusión. Nuestra fuerza es previsible, lo que mejore la calidad democrática y la política distributiva lo acompañaremos. Lo que lesione la calidad democrática o profundice la desigualdad nos va a encontrar enfrente.

–¿En qué temas se diferencia del Gobierno?

–Si bien defendemos muchas cosas, sabemos que hay que hacer una reforma tributaria progresiva, impulsar la universalización de la asignación familiar por hijo, eliminar el IVA a los alimentos básicos, gravar la renta financiera, discutir la renta minera, quedan muchas cosas pendientes. No cambió la injusta matriz distributiva de los ’90. La derecha critica porque se distribuye, nosotros criticamos porque se distribuye poco. Como decía Arturo Jauretche: “Nos critican por los errores, pero nos quieren echar por los aciertos”. Somos críticos de no profundizar con más fuerza las políticas distributivas, de no haber construido una nueva cultura política. Se sostienen en las mismas estructuras clientelares, saltan de un lado a otro.

–¿Qué opina del papel que jugaron los intendentes del PJ en el conurbano?

–Hicieron lo que era obvio que iban a hacer, algunos intendentes siempre hacen lo que más les conviene, porque no están atados a un núcleo de ideas, principios o valores. Están atados a sostener su poder territorial de cualquier manera y con cualquier idea. No se puede pensar en virtud de un proyecto estratégico a largo plazo sobre la base de estructuras que están si les conviene y si no les conviene no están. Han convertido su ideología en el pragmatismo.

–¿Qué debería corregir en forma urgente el Gobierno?

–El problema que existe es que a veces una buena idea, planteada mal, con malos interlocutores, devalúa la propia idea. Y entonces es un problema. Si planteás lo del Indec devaluás la palabra oficial y después eso devalúa una buena idea planteada, que podés compartir. Plantear el tren bala como prioridad y vetar la ley de los glaciares, también. Vemos que los propios límites del Gobierno y la propia estructura del PJ le ponen un cepo a la posibilidad de avanzar.

–¿Le parecieron bien los cambios en el Gabinete?

–Reconocer errores es necesario, en defensa de los aciertos. No hay que facilitarle a la derecha la posibilidad de impugnar en bloque. Si los cambios están vinculados a las voces que se expresaron el 28, me parecen positivos. Además, algunos como Ricardo Jaime son de los funcionarios más cuestionados.

–¿Cómo analiza el voto bonaerense?

–Es parte de lo mismo, fue para canalizar una situación, pero no creo que todos los que votaron a De Narváez coincidan con su mirada ideológica. Demuestra un nivel de degradación de la política y contacta con cierto sentido común conservador existente. Hay que construir espacios políticos progresistas, populares, que recuperen la autoridad de la palabra para poder marcar un rumbo distinto que profundice y no retroceda.

–¿Cómo es su relación con Margarita Stolbizer?

–Tengo una buena relación, es una buena persona, pero creo que está resignada a que la política se hace con las estructuras políticas tradicionales o no se puede. Se va del radicalismo, critica cómo está la estructura y después termina haciendo una alianza. Puedo coincidir en muchas cosas, pero termina atrapada en la lógica tradicional de la política. Hay que vencer la cultura de la resignación.

–Si tuviera que elegir un socio para transformar ese espacio progresista: ¿Néstor Kirchner o Solanas?

–Cuando pienso en que hay que unir un espacio progresista, nacional, popular y democrático creemos que hay que hacerlo por fuera de los partidos tradicionales y Kirchner ha decidido construir en la lógica del PJ. Creo que hay que unir a los espacios progresistas y populares de la Argentina y Pino indudablemente es un protagonista fundamental, es natural pensar en construir un espacio en común. Si en Capital hubiesen ido todos los espacios progresistas juntos, le ganaban a la derecha. Hay que tener una mirada amplia, nadie es autosuficiente. Hay que construir por fuera de los partidos tradicionales, no como estructuras satelitales, porque después te comen como un sanguchito. Con autonomía, pero bancándose el tiempo de la construcción política y dispuestos a no agarrar atajos.

–¿Cómo se ve para el 2011?

–Esta fuerza nació para quedarse. Estaré donde haga falta. Quiero construir una fuerza con vocación de mayoría y de gobierno. Queremos gobernar la provincia de Buenos Aires y articular el espacio en otras provincias.

fuente: Revista Veintitrés - 02/07/2009

Martín Sabbatella: “Es necesario crear un gran blindaje social”

El referente de Nuevo Encuentro y electo diputado nacional analiza las razones de su buena elección y las perspectivas del progresismo en el distrito bonaerense.

Adquirió fama de buen administrador en Morón, donde completa su ciclo de una década como intendente. Desde allí, también, se convirtió en una figura en ascenso del espacio progresista. Ahora disfruta de la buena elección que su lista hizo el domingo 28, cuando medio millón de bonaerenses lo hicieron diputado, junto a la dirigente sindical de los estatales, Graciela Iturraspe. Crítico de la oposición y de la manera en que ejerce el poder el kirchnerismo, pretende que el espacio que integra junto con otros referentes de la centroizquierda de la provincia pueda proyectarse como una alternativa de poder en los próximos años.

¿Fue mejor elección de la esperada para Nuevo Encuentro?
Superó nuestras expectativas. Nuevo Encuentro es una fuerza que tiene dos meses de vida. Es cierto, hay una historia compartida entre los distintos sectores que conviven en él, pero como espacio común acaba de nacer. Así que, con dos meses de vida y con una situación de absoluta asimetría en términos de recursos, que hayamos enfrentado a aparatos gigantescos y candidatos de billeteras gordas con estos resultados, nos pone muy contentos.
Una lectura del resultado de las elecciones marca que se cristalizó en votos el sentimiento de rechazo al Gobierno que ya se percibía desde el último año. Otra, complementaria, que el país giró hacia la derecha. ¿Cuál es su lectura?
Me parece que hay varias explicaciones posibles. Que hay un nicho vacante a la derecha y una maratón política para ocuparlo, no caben dudas. Tanto Unión-PRO como el Acuerdo Cívico y Social son espacios conservadores que pretenden constituirse como alternativa por derecha y plantean recetas que ya fracasaron. Mauricio Macri, por ejemplo, quiere reprivatizar Aerolíneas y las jubilaciones; Alfonso Prat-Gay dice que hay que sacar las retenciones y endeudarnos de nuevo con el Fondo Monetario. Eso existe. Pero me parece que no se puede pensar que todo aquel que haya votado una propuesta de ese tipo lo hizo porque tiene una coincidencia ideológica con los personajes que enuncian esas cosas. No me parece.
¿Cómo interpretarlo, entonces?
Creo que fueron canales para expresar una voz crítica de descontento. Éste es un Gobierno que no se puede defender como un combo cerrado, ni se puede criticar de la misma forma. Hay que discernir y diferenciar. Lo que sí creo es que hubo una voz que marcó cosas que hay que cambiar. El Gobierno tiene estilos, formas y estructuras que están ancladas en una lógica que genera rechazos y críticas, y que le impiden hacerse fuerte en las cosas que hizo bien. Y la elección mostró eso. Ahora, hay que tener cuidado y ser conscientes de que esa derecha quiere utilizar esa voluntad y esas voces críticas para avanzar sobre lo bueno que hizo el Gobierno. La derecha critica a este Gobierno por distribuir la riqueza; nosotros, por distribuirla poco. Por eso, es importante el nacimiento de una fuerza política como la nuestra que se proponga defender las cosas que están bien y profundizar los cambios. Porque reconocer lo que está mal es en defensa de lo que se hizo bien.
El Gobierno quedó en una situación de debilidad bastante pronunciada y hay quienes aventuran problemas de gobernabilidad. ¿Lo ve así?
No me parece correcto dramatizar una elección de medio término. Sí me parece que el Gobierno tiene que ser capaz de escuchar esas voces, porque hay cuestiones que son impostergables. Hoy se debate, por ejemplo, qué hicieron los intendentes del conurbano; si jugaron a dos puntas o no, si cortaron boleta o no…
¿Y qué le parece?
Eso es una obviedad. Ya está lo suficientemente claro que esa estructura funciona así: se pone una camiseta y, luego, la cambia para defender otra, sin importar demasiado qué defiende. Es evidente que no se puede construir un proyecto estratégico a largo plazo sobre una estructura que se rige por la conveniencia, y cuya única ideología es el pragmatismo más vacío y el oportunismo. Es difícil imaginarse que Raúl Othacehé o Hugo Curto sean los tipos indicados para defender los avances en sentido popular que se pudieron haber dado en estos últimos años.
¿Cree que el Gobierno se circunscribirá aún más en el PJ o tendrá una política más abierta?
No lo sé. En principio, creo que Kirchner ha decidido construir en la lógica del PJ y eso generó consecuencias negativas. En ese sentido, me parece que hay una especie de cultura de la resignación que hace que la mayoría de los dirigentes busquen en esas estructuras el sustento de sus proyectos. Pero esto no pasa sólo en el kirchnerismo. Son muchos los que creen que no se puede hacer política si no es sobre la base de esas estructuras. Y nosotros creemos que es todo lo contrario: hay que construir desde otro lugar. No es un tema menor el modo en que se hacen las cosas, porque ese modo devalúa el contenido de lo bueno y retrasa su avance.
¿Qué espera de aquí en más del Gobierno?
Hay urgencias a las que se tiene que dar respuestas y que se deben discutir en el Parlamento. Es necesario crear un gran blindaje social, la universalidad de la asignación familiar por hijo, la extensión del seguro de desempleo, una reforma tributaria profunda, la soberanía sobre los recursos naturales. Además, hay que gravar la renta financiera y discutir la renta minera. Éstos son los verdaderos temas pendientes y queremos aportar en esa dirección.
¿Se dará en este contexto, con un gobierno herido en su poder simbólico y con un bloque de poder real que le va a marcar nuevos límites?
Creemos que sí y vamos a militar para que así sea. Este país necesita profundizar y ampliar día a día la democracia, mejorar la calidad de la política y llenarla de contenido social con políticas distributivas más profundas. Que va a haber confrontación de ideas, no tengo dudas; porque, insisto, hay una derecha que quiere aprovechar determinadas situaciones para imponer sus ideas y hacer retroceder las cosas más progresistas que se hicieron. Pero también es cierto que, algunas de las cosas que el Gobierno plantea, devalúan la palabra oficial y devalúan muchas de esas ideas positivas. Lo del Indec, el veto a la Ley de Protección de los Glaciares o el tren bala son cuestiones indefendibles.
Un proyecto como el que pretende modificar la Ley de Radiodifusión de la dictadura…
Estamos de acuerdo.
Más allá de que esté de acuerdo, ¿cree que será posible sancionarlo en los términos de la nueva composición del Congreso?
Hay que debatir para que se derogue y se sancione una nueva ley. Es una deuda con la democracia y hay que saldarla. Soy optimista.
Resulta inevitable pensar que su candidatura, por definición política y por afinidad ideológica, le restó los votos que el kirchnerismo hubiese necesitado para ganar. ¿Qué piensa?
El resultado del kirchnerismo es responsabilidad del kirchnerismo, como es responsable de todo lo bueno y todo lo malo que hizo durante estos años. Después, cada fuerza tiene derecho de proponer sus ideas y sus candidatos, y nosotros somos una fuerza autónoma e independiente.
¿Le generó sentimientos contradictorios, por esas cuestiones que usted respalda del Gobierno?
El triunfo de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, obviamente, me parece negativo en términos políticos e ideológicos. Que triunfe De Narváez o que gane las elecciones una propuesta conservadora o de derecha, no puede alegrarme. Ahora, hay que pensar por qué sucedió esto y la respuesta le toca darla a los que han tenido mayores responsabilidades en estos años. No tiene que ver con nosotros.
¿Con quiénes trabajará en el Congreso? ¿Habrá interbloque con el Proyecto Sur de Pino, por ejemplo?
Nosotros creemos que hay que articular una fuerza progresista, popular, democrática con todos los sectores que componen ese universo. Dentro de ese esquema, las confluencias son posibles y necesarias.
Y con el gobierno nacional, ¿habrá una puerta abierta para trabajar en conjunto?
Somos una fuerza que, con autonomía e independencia, se mueve desde lo que cree. Entonces, todo lo que tenga que ver con mejorar la calidad de la democracia y profundizar las políticas distributivas, nos va a encontrar apoyándolo. Por el contrario, todo lo que lesione la calidad democrática o profundice la desigualdad nos va a encontrar enfrentándolo, lo proponga quien lo proponga. Lo que no hay es sorpresas con Nuevo Encuentro, porque se sabe lo que pensamos.



Para quedarse

¿Cómo sigue Nuevo Encuentro?
Con Nuevo Encuentro acaba de nacer una fuerza progresista, popular, con vocación de mayorías y de gobierno, que pretende romper la cultura testimonial del progresismo y que quiere colaborar en la reconstrucción de un espacio a nivel nacional. Pero, no nos consideramos autosuficientes. Somos muchas partes desperdigadas y tenemos que unirnos para construir ese todo del espacio progresista y popular en la Argentina. Y eso se hace siendo respetuosos de las diferencias, aprendiendo a convivir en la diversidad y a procesar en unidad las diferencias. Nuevo Encuentro intentará consolidar este proyecto, porque nace para quedarse, para anclar territorialmente y unir todas las experiencias políticas, sociales, comunitarias. Y, a su vez, colaborar con una articulación nacional.
¿Será candidato a gobernador en 2011?
No vivo la política en términos personales. Sí estamos trabajando para construir una fuerza política que tenga vocación de mayorías, que quiera gobernar la provincia y que pretenda articular en función de una propuesta nacional. Pero hoy no estamos discutiendo quién es el candidato o candidata necesario para eso. Por mi parte, voy a estar en el lugar que haga falta.
Algunos piensan que usted podría tener mayor proyección en la Ciudad de Buenos Aires que en la provincia. ¿Lo pensó?
¿Porque nací en Floresta? No, no está dentro de las posibilidades.

fuente: Revista Debate - 06/07/2009